¿Qué tipos de amoladoras existen y cuáles son sus usos?

La amoladora, conocida popularmente como radial o esmeril, es una de las máquinas más versátiles que puedes tener en tu caja de herramientas. 

Ya sea para cortar una tubería metálica, pulir una superficie oxidada o desbastar una soldadura, este equipo es fundamental tanto para el bricolaje casero como para la industria pesada. 

Sin embargo, dada la variedad de modelos en el mercado, elegir la correcta puede resultar confuso si no conoces las diferencias técnicas.

En este artículo, veremos los tipos de amoladoras disponibles, sus características y cómo saber cuál necesitas para tu proyecto. Recuerda que si buscas calidad y rendimiento, puedes encontrar las mejores opciones profesionales en nuestra categoría de herramientas.

Tipos de amoladoras según su formato

La primera gran distinción se basa en la forma de la máquina y la orientación del eje. Esto define la ergonomía y la aplicación principal de la herramienta.

Amoladora angular

Es, con diferencia, el modelo más extendido y reconocible. Su nombre proviene de la posición del husillo, que se encuentra a 90 grados respecto al motor gracias a un engranaje en ángulo. La amoladora angular es la todoterreno por excelencia. 

Su diseño te permite ejercer fuerza de manera controlada sobre la superficie de trabajo. Es la opción estándar para construcción, corte de perfiles metálicos, mampostería y piedra.

Amoladora recta

A diferencia de la anterior, aquí el eje de rotación es paralelo al motor, alineado en el mismo sentido que el cuerpo de la herramienta. 

Son generalmente más pequeñas y alargadas. Su diseño está pensado para la precisión y el acceso a lugares difíciles. La utilizarás principalmente para trabajos de matricería, lijado interior de tubos, limpieza de soldaduras en rincones estrechos o el uso de fresas de carburo. Permite un manejo similar al de un lápiz grande en trabajos finos.

Amoladora de banco

Esta es una herramienta estacionaria. Debe fijarse firmemente a una mesa de trabajo para operar con seguridad. Cuenta con dos muelas (discos gruesos) girando a los lados del motor. 

No sirve para cortar piezas grandes ni es portátil. Su función es el afilado de herramientas de corte (como brocas, cinceles o cuchillas de cortacésped) y la eliminación de rebabas en piezas pequeñas. Es un elemento indispensable en el equipamiento de talleres mecánicos y de carpintería para mantener el resto del arsenal afilado y listo.

Tipos de amoladoras según el tamaño del disco

El diámetro del disco es el factor determinante para la profundidad de corte y la potencia requerida. Elegir el tamaño incorrecto limitará lo que puedes hacer.

Mini amoladoras (115 mm y 125 mm)

Son máquinas compactas, ligeras y muy manejables. Su potencia suele oscilar entre los 700W y los 1400W. 

Son perfectas si realizas trabajos de bricolaje, cortes de varillas, azulejos o lijado de superficies pequeñas. Tienen la ventaja de cansar menos el brazo durante usos prolongados.

Consejo de experto: Si dudas entre ambas medidas, opta por la de 125 mm. Ofrece una mayor profundidad de corte que la de 115 mm sin sacrificar maniobrabilidad, convirtiéndola en la opción más versátil para tener en casa o en la furgoneta.

Amoladoras grandes (230 mm)

Aquí entramos en terreno pesado. Estas máquinas utilizan discos de 230 mm y cuentan con motores robustos que superan los 2000W. Son pesadas y requieren el uso de ambas manos con firmeza. 

Están diseñadas para uso industrial y construcción pesada: cortar losas de hormigón, vigas de acero estructural de gran calibre y desbastar superficies extensas. No son aptas para trabajos de precisión.

Tipos de amoladoras según su alimentación

La fuente de energía define la autonomía y el entorno donde podrás trabajar.

Eléctricas (con cable)

Dentro de los tipos de amoladoras eléctricas, las versiones con cable siguen siendo las reinas de la potencia sostenida. Su gran ventaja es que ofrecen un rendimiento ilimitado sin preocuparte por la carga. 

Son ideales para jornadas largas de desbaste donde el motor se exige al máximo constantemente. La desventaja obvia es la dependencia de un enchufe o generador cercano y la limitación de movimiento que impone el cable.

Inalámbricas (a batería)

La tecnología ha avanzado pasos agigantados y la amoladora inalámbrica moderna ya compite en potencia con las de cable. Ofrecen una portabilidad total, ideal para trabajar en tejados, andamios o zonas sin electricidad.

Además, suelen incorporar sistemas de seguridad avanzados, como frenos de disco ultrarrápidos al soltar el gatillo. Aunque la autonomía depende de la batería (Ah), las versiones con motores Brushless (sin escobillas) optimizan mucho el rendimiento.

Neumáticas

Estas herramientas funcionan con aire comprimido. Son extremadamente ligeras y compactas porque no tienen motor eléctrico en su interior, solo una turbina. 

Tienen la ventaja de no calentarse y de ser muy seguras en ambientes húmedos o con riesgo de explosión. Sin embargo, requieren que dispongas de un compresor de aire potente para mantener el flujo constante que necesitan.

¿Para qué proyecto sirve cada amoladora?

Conocer los usos de la amoladora te permitirá sacar el máximo partido a tu inversión y evitar daños en el material.

• Corte: es la función más común. Dependiendo del disco que instales (diamante, abrasivo fino), puedes cortar desde cerámica y hormigón hasta acero inoxidable y aluminio. Para cortes profundos, necesitas discos de mayor diámetro.
• Desbaste y Lijado: utilizando discos abrasivos más gruesos o de láminas (flaps), puedes eliminar cordones de soldadura sobrantes, quitar capas de óxido antiguo en rejas o decapar pintura de madera y metal antes de repintar.
• Pulido: con accesorios de fieltro o boinas de lana y pastas pulidoras, la amoladora puede dar acabados espejo a metales o abrillantar piedra. Para esto, es crucial que la herramienta tenga velocidad variable, ya que el pulido requiere bajas revoluciones para no quemar la superficie.

Seguridad y recomendaciones finales

La amoladora es una herramienta potente que gira a miles de revoluciones por minuto. La seguridad no es opcional. Siempre debes utilizar el Equipo de Protección Personal (EPP) completo: gafas de seguridad ajustadas (o pantalla facial), protección auditiva, guantes resistentes al corte y ropa de trabajo que no sea holgada.

Nunca retires el protector del disco; esta pieza es la única barrera entre tus manos y el disco en caso de rotura. Asimismo, utiliza siempre el mango auxiliar para tener dos puntos de apoyo y controlar el contragolpe (kickback) si el disco se atasca. 

Antes de iniciar cualquier tarea, revisa que el disco esté en buen estado y sea el adecuado para las revoluciones máximas de tu máquina.

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Preguntas frecuentes

¿Qué tamaño de amoladora es mejor para uso doméstico o bricolaje?

La mejor opción para el hogar es una amoladora de 115 mm o 125 mm. Son ligeras, fáciles de controlar y tienen potencia suficiente para cortar azulejos, tubos metálicos o realizar tareas de lijado sin resultar peligrosas por exceso de peso.

¿Puedo usar un disco de corte en una amoladora para desbastar?

No, nunca debes hacerlo. Los discos de corte son finos y están diseñados para recibir presión solo en su borde. Si los usas lateralmente para desbastar, existe un alto riesgo de que se rompan y proyecten fragmentos a alta velocidad. Para desbastar, usa discos de desbaste (más gruesos) o discos de láminas.

¿Cuál es la diferencia principal entre una amoladora angular y una recta?

La diferencia radica en la posición del disco respecto al motor. En la angular, el disco está perpendicular (90 grados), ideal para cortes y superficies planas. En la recta, el eje es paralelo al motor, lo que la hace perfecta para trabajos de precisión, interiores de piezas y zonas de difícil acceso.